Justo el día de antes a
penas noté a Héctor, pero como el martes 22 de enero teníamos la segunda visita
para las correas, a primera hora de la mañana, nos esperamos (ya que estábamos
de 38 semanas). No me preguntéis como ni porque, pero yo estaba segura que ese
día nacería y de hecho, le pedí a Hugo y a mi padre que trajeran las cosas de
Héctor que ese día nos quedaríamos. Y así fue.
Yo no creo en las
casualidades, pero es cierto, que el 22 d enero ha estado marcado por sucesos
importantes en nuestra familia:
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el 22 de enero de hace 60 años nació su
abuela materna
-
el 22 de enero del 2014 estábamos
inmersos en una reforma integral de casa, por lo que su primer cumpleaños se
celebró en casa de sus abuelos maternos con los que convivimos casi 4 meses.
-
el 22 de enero del 2015 (cuando Héctor
cumplía 2 añitos) falleció si tía-abuela con 59 años y de una rara y cruel
enfermedad.
Este 22 de enero del
2016 no había ánimos para celebrar su tercer cumpleaños. Entre otras causas y
principalmente, por un diagnostico muy reciente y doloroso. Un diagnostico
familiar que afecta a todo su entorno y que Héctor percibía perfectamente.
Tras pasar por todas
las partes de un duelo (negación, ira, negociación, dolor emocional y
aceptación), nuestra única finalidad como padres, es conseguir su autonomía y
que se desarrolle como persona.
Y ya estaremos a tempo
de celebrar sus próximos cumpleaños, con la emoción y entusiasmo que se
merecen.
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